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perdiz

La Perdiz Roja es una de nuestras aves más típicas, al mismo tiempo que la más apreciada como ave cinegética. Fuera de nuestro país sólo se encuentra en algunas zonas de Francia e Inglaterra (introducida), así como en puntos de Suiza e Italia septentrional. Cría en casi toda España, desde el nivel del mar a las mayores alturas, pero especialmente en la meseta.

Su hábitat preferido es el campo cultivado mezclado con monte bajo, aunque también puede encontrarse en otros tipos de terreno, siempre que haya suficiente alimento, agua y vegetación cobertora. Con frecuencia corre velozmente a peón antes de iniciar un vuelo raudo y directo, en el que de vez en cuando bate las alas con inusitado vigor, movimiento que alterna con planeos. Suele volar distancias cortas, posándose pronto en tierra para continuar apeonando.



el cazador y la perdiz
Félix María Samaniego

Una Perdiz en celo reclamada
Vino a ser en la red aprisionada.
Al Cazador la mísera decía:
«Si me das libertad, en este día
Te he de proporcionar un gran consuelo.
Por ese campo extenderé mi vuelo;
Juntaré a mis amigas en bandadas,
Que guiaré a tus redes, engañadas,
Y tendrás, sin costarte dos ochavos,
Doce perdices como doce pavos.»
«¡Engañar y vender a tus amigas!
¿Y así crees que me obligas?
Respondió el Cazador; pues no, señora;
Muere, y paga la pena de traidora.»

La Perdiz fue bien muerta; no es dudable.
La traición, aun soñada, es detestable.



La hembra realiza una numerosa puesta de unos 15 huevos o más, en un hoyo recubierto; con frecuencia pone dos veces en nidos simultáneos, incubando uno de ellos y dejando que el macho lo haga en el otro.


La perdiz pertenece al orden de las gallináceas y a la familia de las faisánidas. No obstante a pesar de la clara definición de su filogenia, la pureza genética de nuestra perdiz roja no está tan clara como pudiera parecer a primera vista. De tal forma que podemos distinguir cuatro especies de perdices con las patas rojas:


La Perdiz
Antonia Aguilar Morales


Ca-carracá, Ca-carracá
canta la perdiz en el olivar
la turbia sombra del cerro
avanza por el camino
ya se va el sol rojo sangre
ya viene la luna de cristal

Corre la perdiz...
Ca-carracá, Ca-carracá

Vuela rasante el rastrojo amarillo
con sus patas de estambre
busca la siembra
de oro perdido

Canta la perdiz, en el trigal
Ca-carracá Ca-carracá


Perdiz roja (Alectoris rufa)
Perdiz griega (Alectoris graeca)
Perdiz chukar (Alectoris chukar)
Perdiz moruna (Alectoris barbara)

Existen diferencias morfológicas que las distinguen, como en el color de la corona y el cuello, el número de listas transversales negras de las plumas de los flancos y el color de las plumas de los flancos. En el caso de la perdiz roja, la corona es gris en el pico y castaño en el resto. El cuello es blanco con una franja negra del collar sin colgar. En los flancos tiene una sola lista transversal y las plumas de sus flancos son con la base gris azulada y de un blanco muy intenso, puro negro o marrón oscuro.

Como se puede ver las diferencias existen pero su apreciación en el campo no es tan fácil. Sin embargo para nuestra tranquilidad conviene decir que estas especies alóctonas de perdices tienen un grado bastante bajo de penetración en nuestro territorio. En consecuencia podemos centrarnos con tranquilidad en nuestra cotidiana perdiz roja, con la salvedad científica de que su situación taxonómica reconoce dos subespecies A.r.hispanica Seoane, 1894, que cría en el norte y en el oeste de España y A.R.intercedens Brehm, 1858, que cría en el este y el sur. Siendo la primera más oscura, de colorido más brillante y de pico más grande.

De Unas Perdices Que Le Enviaron Vivas...
(cancionero De Hernando Del Castillo-1511)

Destas aves su nación
Es cantar con alegría,
Y de vellas en prisión
Siento yo grave pasion,
Sin sentir nadie la mía.
Ellas lloran que se vieron
Sin temor de ser cativas,
Y a quien eran más esquivas
Esos mismos las prendieron:
Sus nombres mi vida son
Que va perdiendo alegría,
Y de vellas en prision
Siento yo grave pasion,
Sin sentir nadie la mía.


La perdiz roja en estado adulto tiene una longitud aproximada entre 33 y 38 cm y una envergadura de 50 a 60 cm, con una cola que llega medir unos 12 cm aproximadamente. El plumaje y el color que lo caracteriza cambia según la edad y el sexo. Los pollos de perdiz de una semana no vuelan, no tienen cola y el plumón es blanco en la parte superior del pico y dorado en su parte ventral. A las dos semanas comienza a realizar pequeños vuelos y el color del plumón en la parte superior del pico se cambia a un color negro mientras que en la parte ventral el plumón se vuelve blanco. Al mes de vida los vuelos son más largos y el plumaje del dorso toma un color crema con moteados en la parte ventral a la vez que surge un ribete negro por encima del pico.

Con un mes y medio el capirote se vuelve gris, surgen manchas negras en la parte superior del pico y en la posterior del cuello, la cola se hace visible y las plumas del dorso ya aparecen de un color pardo y barradas. El color del cuello tiende hacia el negro y los laterales de la cabeza y la garganta hacia el color blanco.

PERDIZ
GABRIELA MISTRAL

-¡Ay, tienes tiempo sobrado
para hacer la villanada!
Los hombres se sienten más
hombres cuando van de caza.
Yo, chiquito, soy mujer:
un absurdo que ama y ama,
algo que alaba y no mata,
tampoco hace cosas grandes
de ésas que llaman "hazañas".





Con tres meses el pico y las patas son de color naranja y el collar del cuello está sin cerrar. En los quince días siguientes las patas se vuelven rojas y en los machos juveniles la pluma más externa del ala es puntiaguda y con una mancha blanca.

La hembra adulta de quince meses muestra la pluma más externa del ala con su borde gastado y una mancha blanca. Carece de espolón. A los veintisiete meses el plumaje de la hembra es rojizo, presenta un collar negro que va de la base del pico hacia la garganta; tiene una tonalidad de color blanco sucio, presentando un babero de plumas de color gris perla y negro.

En sus flancos se aprecian las características bandas transversales donde alternan los colores rojo, blanco y gris perla, ribeteados de una fina línea negra. Su pico y las patas son rojas y en algunas ocasiones presentan un pequeño espolón.
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SIN PERDIZ
Dayana Urunaga

El demonio taciturno
que rehabilita
mis disturbios
pereció en el vacío
“he matado
al horizonte
que eligieron para mí”

Un anillo,
el cerco blanco
y también a la perdiz;
me compré un nuevo cielo
una libertad correcta
para mi felicidad
y unas nuevas maneras
de dejarte de amar.



La perdiz común o perdiz roja prefiere los lugares pedregosos con monte bajo y tierras de labranza, donde sean frecuentes las siembras de cereales de invierno y las leguminosas. Esta especie de carácter sedentario se distribuye con regularidad en la parte sur del Reino Unido en Francia, en el norte de Italia y en toda la Península Ibérica con excepción de la franja de la cornisa cantábrica. Su distribución altitudinal varia desde el nivel del mar hasta los 2500 m.s.n.m.

A partir de Enero los machos empiezan su periodo de celo. La época de cría se desarrolla desde finales de abril a mayo. El macho prepara varios nidos en depresiones someras con poco tapizado de la vegetación próxima. La hembra elige uno, anida en el suelo y pone entre 9 y 18 huevos subelípticos, lisos y brillantes, de color blanco amarillento y a menudo dipersamente manchados. Pone los huevos a intervalos aproximados de 36 horas y los incuba en veintitrés días y medio. La hembra puede hacer dos puestas en nidos diferentes, en cuyo caso una puesta es incubada por la hembra y la otra por el macho. Los polluelos que eclosionan con un peso aproximado de veinte gramos, son nidífugos y consecuentemente abandonan el nido con rapidez, aunque los perdigones permanece unidos hasta el siguiente periodo de cría.
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PERDIZ
Ramades

El volumen del óleo
inventa el lomo
de una perdiz.
Los carbones quiebran
los huesos inútiles.
El miedo se prende
cuando deja el techo
de los matorrales.
El vértice del cáñamo
busca entre las nubes
el código, los átomos
del aire.
Y cae por gravedad,
por el arco de plomo
de los cartuchos,
por el peso del óleo
sobre la muerte.


La perdiz es un ave omnívora. A la semana de vida su dieta está compuesta por un 66% de invertebrados y un 33% de semillas y flores. A las dos semanas su alimentación se invierte e ingiere un 66% de semillas y flores y un 33% de invertebrados. A las tres semanas, cuando se pueden considerara adultos siguen consumiendo un porcentaje mayoritario de vegetales (97%que se reparte entre semillas, frutos, hojas, raíces y flores, el resto lo aportan los insectos y los líquenes. Es pues evidente que la alimentación de las perdices esta muy condicionada por la disponiblidad de alimento que, a su vez depende en gran medida de la climatología y de las condiciones de partida del hábitat allí existente.

La perdiz roja vive en bandos familiares que denotan un buen estado general de la población cuando el número de individuos oscila entre 16 y 25 ejemplares. Ocupan un territorio pequeño, por término medio de unos 500 metros cuadrados, en gran parte debido a su carácter sedentario y la disminución de riesgos que supone no realizara grandes desplazamientos para alimentarse. Durante el periodo invernal la perdiz emite su canto peculiar por la mañana y a la puesta de sol y sobre todo cuando la bandada se ha dispersado y también para atraer al macho. Al espantarse la bandada, todos los individuos salen corriendo en la misma dirección. Duermen generalmente en lugares abiertos que facilitan la huída y en las franjas horarias de más actividad (Atardecer y primeras horas de la mañana) se desplazan para comer caminando, mientras algún individuo permanece vigilando. Beben en las charcas y aprovechan el agua condensada por el rocío y a medio día se dedican a la higiene personal, cuidando su plumaje y tomando baños de arena.

Ave Del Paraíso
Francisco Urondo

Sos como una perdiz empollando, todo
el día en la cama; reina de la indolencia,
cuidando todo el día que no se vaya el calor.

Sacerdotisa mía, panadera,
dame esa hostia para ingresar al cuerpo
de la bondad; andariega, zapato tibio para insultar y acariciar.

Perdiz que viene volando y aterriza y queda suspendida
sobre mi corazón, como una escarapela, como una fiesta
nacional. Sal y harina. Pereza, panadera.


Hay que decir que tantas cautelas frente a los riesgos están perfectamente justificadas ya que una pareja de perdices logra sacar adelante entre un 30% y 35% de la crías incubadas y nacidas durante el año. Siendo los principales artífices de este pequeño desastre los pequeños depredadores como lirones, ratones, culebras, lagartos y ya en fases más adultas las águilas, los zorros y otras rapaces de más envergadura como ratoneros, azores, etc.

Los factores que propician una mortalidad que oscila entre el 65 y el 60%. Son achacables, con las reservas propias de este tipo de afirmaciones, a la caza en un 40% - incluyendo tanto la regulada como la furtiva -, a la climatología excesivamente rigurosa del invierno en un 10%, a los pesticidas en un 5% y a los depredadores en otro 10%.

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